Hablamos con RADU MUNTEAN director de Entre valles que nos cuenta su experiencia en el rodaje de esta película.
La película pone al límite a los voluntarios en una situación que muchos abandonarían ¿Es una película que se apoye en alguna experiencia real?
No, exactamente. La experiencia real viene a través de unos amigos que años atrás fueron a una expedición humanitaria y yo, después, junto con mis coguionistas, cogimos esa idea y nos metimos dentro de este tipo de expedición. Nosotros estábamos interesados en hablar sobre la generosidad y lo que te cuestionas cuando haces algo altruista. Así que hicimos esto, conocimos a esos chicos, intentamos entenderlos, cómo funcionaban como grupo; algo que fue muy interesante, la verdad. Así que esto es lo único real que hay en la película, aunque obviamente hay otras historias en la película que están cogidas de experiencias reales, como por ejemplo las del actor que interpretaba al señor mayor llamado Kente. Él fue leñador y nos ayudó mucho cuando escribimos. Insertamos varias cosas que nos gustaban de su historia de vida en el propio guion y, también, cuando estuvimos ensayando.
Da la impresión de que fue un rodaje duro ¿así ha sido?
Sí, fue un rodaje duro. Aunque creo que fue más interesante que duro. Pero sí, fue duro porque normalmente me gusta controlarlo todo, el espacio, el ambiente, tener solo actores profesionales, pero en esta película mezclamos actores profesionales con no profesionales en un sitio difícil de controlar… Fue un reto. O sea, por ejemplo, estuvimos ensayando con el chico que iba a hacer del conductor y dos días antes del rodaje nos dijo que no iba a venir, que tenía problemas y que no le importaba el rodaje. Tuvimos que buscar a otra persona de otra ciudad que estaba a tres kilómetros de donde estábamos. Este tipo de cosas ocurren en los rodaje, pero debo decir que finalmente tuvimos suerte.
Es una película que se apoya mucho en los actores ¿ Cómo ha sido la experiencia de trabajar con ellos?
Como dije antes, fue diferente a mis rodajes previos, por el tema de mezclar actores profesionales con no profesionales. Yo quería que el personaje de María lo interpretara María la actriz porque ya la conocía de antes y me parecía interesante llevar parte de su personalidad al personaje. Ensayé mucho con ellos en el sitio en cuestión, como hago normalmente en todos mis trabajos. Lo nuevo vino en relación a los actores no profesionales, como este hombre que encontré en el propio lugar, Luca Sabin, un señor de 78 años que nunca había visto una cámara en su vida. Trabajar con él fue completamente diferente porque usábamos su experiencia real para ensayar y los otros actores estaban muy contentos y entusiasmados por trabajar con él. Durante el rodaje, yo iba susurrándole cosas en un pequeño pinganillo que tenía en su oreja, le decía las líneas importantes y le daba señales para indicarle cuándo podía improvisar. Y, por ejemplo, poco a poco él comenzó a entender que la misma escena la teníamos que grabar veinte, treinta o cuarenta veces hasta que estuviera hecha. Lo que yo estaba buscando y encontré en él era una persona seria que se comprometiera en todo lo que hacía.
Ahora la película se estrena en España ¿Cómo ha sido el recibimiento en Rumania?
En Rumanía la gente no va al cine por lo que la expectativa en taquilla es muy baja. La mayor parte de la audiencia prefiere ver películas de entretenimiento. A ellos les gustan las películas estadounidenses o las comedias, películas que les haga olvidar sus propios problemas. Nuestra película hace lo contrario, les recuerda a las personas sus propios problemas, les hace cuestionarse cosas, ese tipo de cosas aburridas y difíciles… Bueno, no pienso que mi película sea aburrida, pienso que es interesante, si no, no hubiera hecho la película, y obviamente tenemos un nicho de cinéfilos. Con esta película en particular, la reacción ha sido muy buena, mejor de lo que esperaba y mejor también que mi película anterior. Así que estoy muy feliz con el recibimiento teniendo en cuenta la poca expectativa en cuanto a taquilla.
Sin duda me ha parecido una película que es un homenaje a la gente que se deja la vida por los demás ¿le han agradecido los voluntarios la imagen que da de ellos en la película?
Para ser honesto, no he hablado con ningún voluntario después de hacer la película. Yo creo que muchos de ellos no se sentirán muy felices cuando la vean porque yo intenté reflejar lo que pienso y lo que he visto sin maquillar o camuflar nada. También, no me gusta juzgar a los personajes y fue un reto cuando escribimos el guion y no hablar sobre la hipocresía de la ayuda humanitaria. Para nosotros, cuando escribimos el guion, lo más importante era pensar en la generosidad como un proyecto personal. Lo más importante para nosotros era centrarnos en ese tema desde un punto de vista humano.