La casa entre los cactus: un ritmo demasiado denso para una idea que podría haber dado mas de sí
La familia nos marca la vida y muchas veces no es para bien, ya que nos causan traumas que aunque se pueden superar muchas veces como en el caso de La casa entre los cactus son fatales. película dirigida por Carlota Perez-Adrio y protagonizada por Ariadna Gil, Daniel Grao y Ricardo Gómez
Sinopsis
Emilio y Rosa han creado una familia perfecta. En los años setenta, en algún desértico lugar de las Islas Canarias, han construido un hogar lleno de amor por sus cinco hijas, todas con nombres de flor: Lis, Iris, Melisa, Lila y Dalia. Aquí, apartados de la civilización y de una vida que dejaron atrás en su país, disfrutan de un particular paraíso, ajenos al resto del mundo. Un mundo que supone una amenaza y que, de interferir con la familia, podría acabar con ella para siempre. Emilio y Rosa lo saben, son los únicos conscientes del peligro que corren, y por ello llevan toda una vida ocultando a sus hijas un terrible secreto.
Critica
La casa entre los cactus juega en sus primeros minutos bastante bien con el misterio que encierra, pero es cierto que por desgracia nos encontramos ante una película densa que a mí al menos me ha convencido bastante poco.
Un fillm que intenta ser asfixiante pero que a mí solo me ha dado sopor viéndola, una pena porque creo que en otras manos estaríamos ante una gran película pero ese ritmo denso y algunas interpretaciones que no están a la altura le resta mucho a esta propuesta.
Un trabajo interesante a nivel fotográfico pero que no impresiona a ningún nivel y que por desgracia a pesar del tema no me convence. Destacar a nivel interpretativo a Ricardo Gómez que da una luz especial a la película pero tampoco me gusta la salida que tiene su personaje.
En definitiva un film que no me aporta demasiado a pesar del tema potente que tiene.
Recomendada para: Los que quieran ver una historia con un buen punto de partida
En pocas palabras La casa entre lo cactus podría haber sido una buena película pero desaprovecha todo lo que puede dar de sí su historia. No me convence.