Jane Eyre: La decepción hecha teatro

Jane Eyre - Entre Focos

JANE EYRE: CUANDO la historia y la interpretación van por caminos opuestos.

Esta es la primera de las reviews que me cuesta escribir, y aún más tras entrevistar a dos damas del teatro como Ariadna Gil y Pepa López, pero Jane Eyre: una autobiografía no había quién se la fumara ni por dónde cogerla.

El Teatro Romea de Murcia acogió esta versión de Anna Ricart bajo la dirección de Carme Portaceli. La obra es la de siempre, la que todos conocemos, pero con un aliciente, algo más interesante, una extensión de la historia entre Rochester y su ex-mujer, procedente del libro Ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys. Ese toque la hace distinta.

Jane Eyre - Entre Focos

Jane Eyre es una ventana a través de la que Charlotte Brontë, su autora, nos presenta su visión del mundo. Jane opina sobre la diferencia arbitraria entre clases y hace especial atención al papel de la mujer en el mundo. Ella nunca deja que olviden que, por el hecho de ser pobre o de ser mujer, no es un ser inferior.

Pero por encima de todo, Jane Eyre es una obra romántica en la que la lucha por la libertad es el impulso que guía a la protagonista en un mundo en el que las mujeres no la podían alcanzar. También cuenta, claro, una gran historia de amor que sólo se podrá vivir cuando los dos protagonistas estén de igual a igual, cuando el amor no sea una cárcel, sino un acto de libertad.

Jane Eyre - Entre Focos

Jane Eyre se desarrolla en una escenografía básica que se veía completada por innecesarias y vulgares proyecciones nada logradas; acompañadas, eso sí, con un piano (Alba Haro) y un violoncelo (Clara Peya-Laia Vallés). Las interpretaciones, en general, muy deficientes y poco atractivas. Ariadna Gil y Abel Folk son los únicos que mantienen un papel fijo, el resto de integrantes de la pieza teatral se dividen en varios personajes, Jordi Collet, Gabriela Flores, Pepa López, Joan Negrié y Magda Puig completan el reparto.

Jane Eyre - Entre Focos

En resumen, un montaje aburrido, sin ritmo y sin gracia, que pasará desapercibido con facilidad.

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