Shayna Steele: LA VOZ DE LOS ÁNGELES.
El Teatro Circo de Murcia tuvo el honor de ser la primera parada de la gira europea de la cantantautora estadounidense Shayna Steele, que presentó su tercer álbum en solitario acompañada de una banda magistral: Ross Pederson a la batería, el bajista Brian Cockerham, la guitarra de Jeremy Most y David Cook al piano, que además es su marido y su productor.
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La voz de Shayna, llena de expresividad y de matices, perfectamente limpia, potente y controlada desde la primera a la última nota, sumada a su manera de moverse en el escenario, revelan una enorme entrega, perfeccionismo y profesionalidad.
El repertorio es muy completo, además de original, pues combina baladas con piezas más cercanas al rock y el funk en un equilibrio perfecto, de forma que el público no pueda desconectar. Así, casi sin darse cuenta, la energía aumenta hacia los últimos temas, en los que la potencia vocal, rítmica y expresiva se despliega al máximo y es difícil permanecer sentado en la butaca. Destacan, para mí, dos piezas: una sobre una mujer luchadora y otra que escribe para su familia y que en esta ocasión se la dedica a su padre, recientemente fallecido.
A pesar de un par de focos dirigidos hacia el público que llegaban a resultar molestos, la iluminación era más que adecuada y ayudaba a crear el ambiente necesario en cada momento. Por otro lado, se echa en falta algo más de interacción con el público y una participación mayor de la banda en forma de solos.
En suma, Shayna Steele es humildad, carácter, sensibilidad y personalidad. Tanto en sus composiciones como en su puesta en escena, pone y transmite su esencia, demostrando que su pasión está en la música y que está volcada en su proyecto. Y, a los artistas así, hay que darles las gracias.
Recomendado: Para amantes de la música negra y la excelencia vocal.
