Vengadores: Infinity War y la fatiga de los héroes. Primeras impresiones sin spoilers.

VENGADORES: INFINITY WAR ES EL CROSSOVER MAS AMBICIOSO DE LA HISTORIA.

Vengadores: Infinity War es la ultima entrega de Marvel Studios, que durante la última década nos ha venido presentando un extenso universo cinemático tomado directamente de las páginas de nuestros cómics favoritos.

Las adaptaciones de cómics a la gran pantalla no eran nada nuevo cuando Iron man (2008) dio el pistoletazo de salida a este proyecto, pero nunca antes se había conseguido (ni se consiguió después) establecer un proyecto tan prolífico, longevo y que goce de tan buena salud. Y es que el tiempo pasa factura, las historias se repiten, los recursos se gastan, y el público sencillamente se cansa. Por ello, hay quien no teme hablar de la inminente fatiga del género de superhéroes.

Hasta ahora, Marvel ha superado la prueba del tiempo a base de experimentar, introduciendo nuevos personajes, combinando distintos géneros o trabajando con artistas con una visión nueva y transgresora. El auto-tributo dirigido por Shane Black, la excelente historia de espionaje cortesía de los hermanos Russo o, sin remontarnos demasiado en  el tiempo, la estrambótica comedia de Taika Waititi, son claros ejemplos de proyectos ambiciosos que, del gusto de unos o de otros, han ayudado a mantener el género vivo y fresco.

Pero es difícil no notar que las películas en solitario no generan ya la misma expectación que crearon las primeras. Desde el primer crossover, Los Vengadores (2012), en la que veíamos a nuestros héroes reunidos por primera vez, las películas en solitario se han transformado en pasatiempos, de mucho disfrute, por supuesto, pero cuya finalidad y efecto no son ya otros que amenizar la espera y cimentar las bases hasta el siguiente crossover, como los capítulos de una serie nos guían hasta el esperado final de temporada. Los crossover se han convertido en la norma, una norma que además, cada vez tiene el listón más alto.

Ante este panorama, Marvel nos presenta el que han definido como el “crossover más ambicioso de la historia”, y no les falta razón al hacerlo. Con más de 20 personajes principales, con más de 10 años de desarrollo, presentarlos a todos y darles el lugar y la importancia que los fans esperan, es un verdadero reto.

Thanos, un villano que ha sido introducido con cuentagotas desde Los Vengadores (2012) hace finalmente su entrada triunfal cuando decide conseguir las gemas del infinito personalmente, llevando la muerte y la destrucción allí donde las busca. Nuestros héroes deberán evitar a toda costa que las consiga y sólo luchando juntos podrán conseguirlo.

Los hermanos Russo dirigen esta película tras el éxito de Capitán América: Civil War (2016) en la que ya tuvieron la oportunidad de combinar un gran número de los personajes del UCM. Entonces, el resultado fue inmejorable, y esta vez, a pesar del mayor número de personajes, no ha sido distinto. Todos los personajes han mantenido su ser. En el caso de aquellos que sufrieron un drástico cambio entre entrega y entrega, las varias personalidades que han mostrado han sido perfectamente combinadas para formar personajes complejos, ricos, pero, sobre todo, creíbles, a los que entendemos y con los que empatizamos. Las interacciones entre los personajes son espontáneas y naturales, divertidas y muy fluidas incluso entre aquellos que se reúnen por primera vez.

Pero en lo que a los personajes se refiere, hay que destacar, sin duda, a Thanos, que, lejos de ser el villano bidimensional arquetípico, movido por la clásica sed de poder o venganza, se alza como el principal protagonista de la historia,  gozando de un mayor desarrollo. Se trata de un personaje profundo, con unos métodos cuestionables, pero con unas motivaciones complejas, que hacen que sea el mejor antagonista de todo el UCM.

Más allá de los personajes, el mayor logro de Vengadores: Infinity War es la tensión que transmite. La sensación de urgencia que abraza al espectador sobrecogido. Y es que los buenos siempre ganan. Lo sabemos. No importan los obstáculos. Para dejar al espectador contento y para que las historias sigan, los buenos deben necesariamente prevalecer. Esta verdad es la que en ocasiones se traduce en historias descafeinadas, en las que los villanos poco pueden hacer por cumplir sus planes y no existe ninguna emoción por que el final se ve a la legua.

Pero cuando la película se acompaña por las palabras de Marvel sobre un nuevo comienzo tras finalizar esta fase, o sobre los contratos que están prontos a finalizar y los actores que no dejan claro si volverán a interpretar a sus personajes, la idea de que puede que, al menos alguno de nuestros héroes favoritos se quede atrás nos acompaña durante toda película, nos atrapa y nos hace dar más de un sobresalto. Y es que, cuando los buenos se enfrentan a la mayor amenaza que hubieran visto jamás, una que los supera en todos los sentidos, cuando no sobra ni uno de los 149 minutos cargados de acción y realmente no sabemos lo que va pasar, las sorpresas y los sobresaltos están a la orden del día. Pero, no hay de qué preocuparse. Los buenos siempre ganan…

¿O no?…

¿Está fatigado el género de los superhéroes? Gracias a Infinity War y a los hermanos Anthony y Joe Russo, hoy no.

Dentro de algunos días volveremos con más detalles, información, y teorías ¡No te pierdas nada! Pero mientras esperas,  recuerda que a apenas dos días de su estreno, Thanos aun demanda tu silencio.

 

 

Recomendada para: Aquellos fans de Marvel y su Universo Cinemático que se encuentran al día de todo lo sucedido. Eso sí ¡Cuidado los de corazón frágil!