La educación del rey – Una historia bien contada

La educación del Rey: Yendo al grano en las segundas oportunidades.

La temática de las segundas oportunidades, como esta, es clara. Un delincuente, Rey (Matías Encinas), escapa de su primer robo y acaba cayendo en el patio de Carlos Vargas (Germán de Silva). Este buen samaritano ofrece al chico el trato de no entregarle si arregla los desperfectos.

En esta premisa, uno puede dilucidar la relación paterno filial o de mentor entre Rey y Carlos. Incluso se puede llegar a imaginar cómo los efectos de la vida criminal del protagonista van a alcanzar a la nueva. La historia es conocida, pero su forma de contarla consigue aportar cierta innovación.

La educación del Rey destaca por un principio deslumbrante. En sus primeros minutos Santiago Esteves apenas necesita unas pinceladas para presentar a sus personajes y lanzarlos en su historia. Su capacidad de síntesis inicial aporta claridad al viaje de redención de Rey.

Aunque yo hable del principio, este método narrativo no se da sólo ahí; si no que se mantiene durante toda la película. Nada resulta arbitrario o redundante en La educación del Rey. Esteves no deja pausa en el desarrollo de trama y subtrama. Su avance constante aporta un dinamismo que le arrebata una segunda capa a su plantel.

No me malinterpretéis con este último comentario. Tanto Germán de Silva como Jorge Prado cumplen de maravilla con sus roles; hasta el punto de ensombrecer al protagonista. No obstante, todos los personajes se definen en un golpe de vista. Ninguno de ellos oculta nada más que algún que otro elemento puntual. Ni siquiera se aprovecha del doble juego de la corrupción policial que puede suponer el personaje de Prado. Una simplificación que obedece al estilo pragmático de una narración en la que los personajes sirven al relato y no al revés.

Las segundas oportunidades y las relaciones maestro-aprendiz son sugerentes; y si están mínimamente bien contadas, resultan atractivas para el espectador. Puede carecer de una segunda lectura; pero no se puede negar que en La educación del Rey, Santiago Esteves, prueba que sabe cómo contar una historia.

Recomendada: Para fans de las segundas oportunidades.