El árbol de la sangre: Medem arriesga y gana

El Árbol de la sangre: buenas interpretaciones y unA dirección brillante.

A Julio Medem  no se le puede negar que es un autor de verdad, el cine del director vasco es arriesgado y, a veces, hay espectadores que incluso llegan a reírse por las situaciones que plantea. Por supuesto, no es mi caso ya que a mí el cine de Medem me encanta porque ya se sabe que el cine de Medem o lo amas o lo odias. Yo soy de los primeros.

Marc y Rebeca están dispuestos a escribir la historia de sus respectivas familias, una familia donde la traición, la mafia y los engaños están a la orden del día. Un viaje que la pareja necesita hacer para comprender a sus respectivas familias y a ellos mismos. Una historia donde la sangre y las raíces de cada uno se convierte en lo más importante.

Como dije en la introducción, el cine de Medem no es para todo el mundo, en El árbol de la sangre además tenemos un guión que quizá sea el más rocambolesco que ha hecho nunca. Lo que no hay que negar es el talento visual que desborda la cinta (la mejor de los últimos años del director). Poesía visual en estado puro que, como digo, supone el mayor éxito técnico del director de los últimos años.

Lo que tampoco podemos negar es el talento de Julio en dirigir actores que siempre están sublimes en sus películas. La pareja formada por Álvaro Cervantes y Úrsula Corberó es fantástica. Los dos actores desbordan talento y pasión en cada fotograma, aunque quien se lleva la mejor interpretación es Patricia Lòpez Arnaiz (Ganadora del premio Ondas por La otra mirada) que confirma que estamos ante una de las actrices más interesantes de los últimos años.

Recomendada: Para fans acérrimos del cine de Medem, espectadores que busquen riesgo en una película, una experiencia emocionante que no os podéis perder.